Todos sabemos lo frustrantes que pueden ser las entrevistas de trabajo. Llegamos a casa hechos polvo y nos pasamos los días controlando el teléfono. Por eso vale la pena que de vez en cuando nos las tomemos a risa y nos relajemos un poco. Yo he tenido algunas de lo más surrealistas, igual que mis amigos, y cuando las recordamos ahora, siempre acabamos de buen humor. Espero que tú también y, si de paso, te sirve de ayuda la información de este blog, mucho mejor.

Buscar ofertas en el extranjero

Cuando uno lleva mucho tiempo sin trabajar y sin dinero, cualquier idea que le saque de esa situación es buena, incluso aquellas que en un principio no nos atraen demasiado. Por experiencia puedo decir que una de las mejores es la de buscarse la vida en el extranjero. ¿Por qué? Porque te abre la mente, porque conoces gente interesante, porque aprendes otro idioma y, sobre todo, porque tienes la posibilidad de encontrar oportunidades de trabajo que en tu país no hay. Esto no quiere decir que nada más llegar te cojan en una firma como alto ejecutivo; para eso hay que estar muy bien preparado. Aunque, quién sabe, podría ser tu caso. Si es así, lo mejor que puedes hacer es consultar una página de búsqueda de empleo para directivos en el extranjero, como la de experteer.

De todos modos, la gran mayoría tendrá que recurrir a una búsqueda más generalizada, pero no por ello menos práctica. Una de las oficiales, la Red Eures, tiene la ventaja de que pone a tu disposición un equipo de consejeros para asesorarte sobre la forma de dirigirte a la empresa que hace la oferta, además de informarte sobre los aspectos más relevantes del país de destino, como legislación o modalidades de contratación. Quizás, de entrada, no haya un puesto exactamente de tu profesión, pero para empezar, puedes presentarte a otro de rango inferior y, una vez allí, hacer una búsqueda in situ.

Puede ocurrir que tus miras estén fuera de Europa, en ese caso deberás examinar otras páginas. Aunque en muchos sitios se recomienda la de universia, yo prefiero ir directamente a la de monster y allí cambiar el país (España) por el que tú tengas en mente.

Otra opción es la de irse fuera como au pair. Sin duda, la más fácil, pero también la menos remunerada. En realidad, es como una lotería, todo depende de la familia donde vayas a parar, de lo cerca que tengas la ciudad, etc. Yo conozco muchas personas que lo han hecho y he de decir que en el 80% de los casos les ha encantado la experiencia y la volverían a repetir. Hay numerosas agencias que se dedican a reclutar jóvenes con ese fin. Para el Reino Unido en concreto, puedes consultar Acción Internacional. En ella también encontrarás trabajos como cuidador/a de caballos, como enfermero/a o en el ramo de la hostelería.

Y, por último, siempre te queda lo que yo hice, comprar un billete de avión, coger la bolsa ¡y lanzarte a la aventura!