Dicen por ahí que hoy en día no eres nadie en el mercado laboral si no estás en Linkedin. Y algo de verdad debe de haber cuando muchos ejecutivos, antes de acudir a una reunión, lo primero que hacen es buscar el nombre de la persona con la que van a entrevistarse en Linkedin para tener una información previa. Desde luego, es la mejor manera de saber no sólo dónde trabaja y qué puesto desempeña en la compañía, sino cuál es su formación e, incluso, qué le gusta hacer en su tiempo libre, por lo que puede hasta prepararse algunos temas de conversación para causarle una buena impresión.
Lo bueno de esta red social es que además de poder colgar tu currículum, también te permite buscar personas de tus antiguos trabajos y ponerte en contacto con ellas, de forma que puedes mover contactos que hace tiempo que no ves. Una gran ayuda si tuviste una buena relación con tus anteriores jefes y compañeros de trabajo. Además, tienes la posibilidad de pedir cartas de recomendación y, muy importante, buscar empresas de tu sector y entrar en su bolsa de trabajo.
Tienes que completar tu perfil con toda la información de que dispongas y, no te olvides, con las palabras clave por las que te gustaría ser encontrado.
En mi opinión, el único inconveniente es que hay demasiadas casillas que rellenar y puede ser un poco pesado, pero ya se sabe, ¡buscar trabajo nunca fue fácil!
Otra red profesional que viene a ofrecer los mismo que Linkedin, aunque a una escala menor es Xing. El usuario puede ver a través de cuántos intermediarios está conectado con otros y también ofrece la posibilidad de buscar personas por nombre, ciudad, sector, empresa, áreas de interés, etc. Así mismo, incluye grupos temáticos y foros donde plantear cuestiones e intercambiar información u opiniones sobre temas específicos. Aquí el problema es que te envían demasiados newsletters.
