Todos sabemos lo frustrantes que pueden ser las entrevistas de trabajo. Llegamos a casa hechos polvo y nos pasamos los días controlando el teléfono. Por eso vale la pena que de vez en cuando nos las tomemos a risa y nos relajemos un poco. Yo he tenido algunas de lo más surrealistas, igual que mis amigos, y cuando las recordamos ahora, siempre acabamos de buen humor. Espero que tú también y, si de paso, te sirve de ayuda la información de este blog, mucho mejor.

sábado, 29 de enero de 2011

¿Qué me pongo para la entrevista?



Dicen los expertos que a la hora de escoger indumentaria para una entrevista de trabajo, lo recomendable es elegir tonos azules, ya que es un color que transmite responsabilidad. Está claro que hubo un día en mi vida en que no tenía esa información porque recuerdo muy bien que acudí vestida completamente de rojo, botas incluidas. Después de las preguntas de rigor (experiencia, estudios...), el tipo me explica de qué va el trabajo, concretamente en el departamento de márketing de una firma de venta de ropa online. A lo mejor es que yo venía de una empresa en la que se pencaba mucho, pero, de entrada, me pareció que el trabajo en sí no podía necesitar más de tres horas al día, así que le pregunté si el empleo era de media jornada. Por supuesto, no me cogieron: demasiado rápida. Y es que para qué contratar a alguien que hace el trabajo en 4 horas si pueden pagar ocho. De todos modos, por si acaso, nunca más he ido tan llamativa a una entrevista.

4 comentarios:

  1. Muy bueno!
    El lunes tengo una entrevista, a ver qué me pongo, ya te contaré.

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  2. Ya sabes, "modena", pero formal, y, como dicen en el teatro: ¡Mucha mierda!

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  3. Con el tema ropa en las entrevistas lo paso fatal. Y es que puedo engañar un día, pero no un mes!

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  4. Luego sólo hay que ir de negro. Así nadie se fija. Como mucho pensarán que no eres una de esas presumidas y ya tienes a las compañeras ganadas (ja,ja,ja...)

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