Todos sabemos lo frustrantes que pueden ser las entrevistas de trabajo. Llegamos a casa hechos polvo y nos pasamos los días controlando el teléfono. Por eso vale la pena que de vez en cuando nos las tomemos a risa y nos relajemos un poco. Yo he tenido algunas de lo más surrealistas, igual que mis amigos, y cuando las recordamos ahora, siempre acabamos de buen humor. Espero que tú también y, si de paso, te sirve de ayuda la información de este blog, mucho mejor.
sábado, 15 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡Mola! Tipo Ocenan's Eleven, no?
ResponderEliminarTambién se puede utilizar como venganza para destrozar el despacho de un antiguo jefe cuando busquen a alguien para sustituirte.
ResponderEliminar